Un pequeño universo donde todo puede pasar
-Año: 1981
-Capítulos: 195
-Estudio: Pierrot
-Género: Ciencia ficción, Comedia, Ecchi, Fantasía, Romance
Sinopsis
Un desafortunado día, Ataru es secuestrado por unos hombres trajeados que lo llevan hasta su casa acompañados de todo un ejército. En su hogar encuentra un enorme ogro que le informa que van a conquistar el planeta, pero que perdonará a la Tierra si Ataru pasa una prueba: jugar al pilla-pilla con Lum, una ogra extraterrestre, y atraparla en menos de 10 días. Tras muchos fracasos, el último día cambia de estrategia y consigue atraparla. Cuando pensaba que todo iba bien y que podría casarse con su amiga Shinobu, Lum confunde la proposición de matrimonio y acepta casarse con él. A partir de ese accidente, su vida ya nunca estará carente de emociones fuertes.
Trama y Desarrollo
Hasta hace poco desconocía que esta fuera la primera obra de Rumiko Takahashi en ser trasladada al anime. Anteriormente había visto series suyas como InuYasha (2000), El Teatro de Rumiko (2003) o Mermaid Forest (2003). La verdad sus obras suelen ser muy divertidas cuando se dirigen a la comedia o temas cotidianos, aunque creo que las aventuras y la acción no se le dan tan bien. En todo caso hay que darle el mérito de ser de las primeras mangakas en superar el millón de ventas y traer títulos exitosos que tendrían su posterior repercusión en el medio. Efectos que se traducen en crear obras originales o adaptar mangas con temáticas escolares, cómico-románticas y con cierto erotismo. Además de introducir una serie de tópicos (la atractiva extraterrestre que se enamora, el protagonista con aire de casanova, etc) que se convertirían en clichés debido a su excesivo uso. Probablemente esta obra no haya sido la única en influenciar al resto, pero su éxito comercial (195 episodios, 11 OVAS, 6 películas y 3 especiales) tuvo mucho que ver.
En el momento en que uno se acaba el primer episodio de Urusei Yatsura está muy confundido. ¿Por qué? Pues por ese inicio tan veloz donde numerosos elementos y sucesos extraños ocurren delante de nuestras narices. Sin mucha explicación nos produce una sensación de confusión general, pero... también de muchas risas. Puede que Bobobo (2003) sea el rey de las cosas random, pero esta serie te deja perplejo por reunir elementos de diversos géneros e historias como slice of life, ciencia ficción, fantasía, romance y todo tipo de comedia. Por supuesto, la unión de todo estos elementos inconexos carece de cualquier lógica o probabilidad, pero crea una explosión enormemente satisfactoria para el espectador.
El anime está compuesto por un conjunto casi interminable de historietas -con una duración de diez minutos cada una- que se centran en la vida diaria de Ataru y su grupo de allegados, aunque con un factor importante: aquí todo puede ocurrir. Como he mencionado se combinan elementos cotidianos con otros pertenecientes al imaginario popular japonés (incluyendo la mitología, cuentos populares, mundo espiritual y demoníaco, ...) y la ciencia ficción (viejas espacio-temporales, ovnis, naves espaciales, extraterrestres, etc). A pesar de que acostumbramos a tener varios escenarios comunes como el hogar familiar, la escuela o el barrio; aparecen muchas más localizaciones que engloban espacios mágicos, planetas desconocidos o Japón en general.
Es difícil temerle al aburrimiento porque cada capítulo da lugar a una experiencia nueva, fruto de probar nuevas situaciones y aventuras. En la base de este conjunto está la comedia. Una comedia que combina muchos tipos de humor y recursos humorísticos para crear esas situaciones. En primer lugar, está la parodia que afecta tanto a los personajes como al argumento del episodio, ya que nos podemos topar como se imitan o reinterpretan de forma humorística películas famosas, mitos orientales (ej: el cuento de Momotaro), tradiciones, situaciones cotidianas, etc En segundo lugar, el slapstick destaca mucho y gracias a él se convierten en gags habituales las descargas eléctricas de Lum o la corriente de fuego que lanza Ten. En tercer lugar, los enredos y malentendidos entre Ataru, Lum, Shinobu y otras chicas, las cuales suelen ser perseguidas por Ataru ya que no puede evitar que le gusten todas las chicas guapas del planeta. Como consecuencia, las discusiones de pareja y las riñas entre mujeres ya se convierten en tópico. A continuación, los recursos eróticos son prominentes, aunque por lo general son bastante ligeros y se basan en mostrar chicas muy atractivas con varios chicos babeando por ellos y algunos diálogos un poco picantes. Finalmente, podemos incluir aquí una pequeña crítica social, el uso de la mala suerte en forma de casualidades y la imprevisibilidad de todo lo que ocurre.
Por si fuera insuficiente, cada historia está protagonizada por personajes cuya chifladura hace que nos veamos involucrados en todo tipo de aventuras y situaciones que se escapan a nuestra comprensión. Incluso en aquellas ocasiones donde estaríamos ante una situación "normal", ellos se encargan de convertirla en algo completamente diferente. Esta multitud de secundarios, que entran y salen, componen un grupo muy variopinto y en muchos casos son una parodia de varios estereotipos o modelos japoneses. Desde Shinobu y Lum, la primera correspondiendo al modelo de mujer japonesa ideal y la segunda no, ignorando los convencionalismos de la sociedad; pasando por secundarios como el profesor de la escuela, educador que toma por idiotas a sus alumnos; hasta llegar a Cherry, el sacerdote egoísta que da malos consejos en vez de guíar adecuadamente a Ataru. Pero lo más hilarante de este asunto son, en muchas ocasiones, las interacciones que surgen entre ellos porque cada uno tiene su propia personalidad y forma de ser. El contraste creado entre personajes como Lum y Shinobu o la relación entre Ataru y esa especie de harem de mujeres atractivas que hay alrededor suyo -que ninguna le hace caso- es la monda.